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dijous, 4 de juliol del 2013

Efeminats --- Afeminados

[Entrada 261]

Efeminats


He de confessar que tinc un problema amb els homes efeminats, em produeixen una sensació d'incomoditat, em semblen poc naturals, massa forçats. Abans creia que aquesta era la causa de la meva incomoditat, que em semblava que sempre estaven actuant, fingint ser allò que no són, però vaig començar a entendre que si es comportaven sempre així és perquè se sentien còmodes en el seu rol i que no devia ser tan forçat com em semblava a mi.

Ara sé que si m'hi sento incòmode és cosa meva, que segurament és el meu nen interior el que m'hi fa sentir. I perquè? Em pregunto. Potser tingui por a què aquesta relació em delati, posi a la llum pública la meva vena homosexual.

Això també em passa quan estic en ambients obertament gais, m'hi sento incòmode, em malfio de tothom que em rodeja i acabo veient expressions malintencionades a les cares de tothom. És pura sensació perquè sé que no hi ha res de res de tot això. A vegades he pensat que era la morbositat de la situació la que em feia sentir estrany, i a més és una situació que no domino, no en tinc el control, no sé quin és el capteniment adequat, i pot ser que en el fons senti atracció o excitació sexual. Òbviament em segueixo culpant al meu nen interior, tot i que no recordo cap experiència desagradable relacionada amb res de tot això.

Si que recordo les advertències dels meus pares pel que fa als desconeguts i sobretot a no acceptar mai res d'un desconegut, en especial caramels, però no sóc capaç de veure que pot tenir a veure això amb la meva incomoditat davant dels efeminats o en els ambients obertament gais.

Recordo, també, que la meva mare, que sempre usava eufemismes per referir-se en aquestes coses, d'un senyor efeminat deia que era molt afectat, en canvi d'una noia poc femenina n'hi havia sentit dir que era un cavallot, amb un to totalment despectiu i allunyat del seu capteniment habitual. Ella també tenia alguna mena d'aversió pels homes afectats i les dones poc femenines (cavallots), me la va traspassar?

En fi es tracta d'un fet purament emocional, totalment irracional, que no he estat capaç de superar tot i que si m'hi trobo actuo amb el major fingiment perquè no se'm noti i intento de ser tant educat i amable com en sé, com me'n van ensenyar a ser. No sé com fer-m'ho, ja que no ho puc evitar.

Si surto de l'armari deixaré de tenir aquestes sensacions?

Una abraçada.






Afeminados


Debo confesar que tengo un problema con los hombres afeminados, me producen una sensación de incomodidad, me parecen poco naturales, demasiado forzados. Antes creía que esta era la causa de mi incomodidad, que me parecía que siempre estaban actuando, fingiendo ser lo que no son, però empecé a entender que si se comportaban siempre así era porque se sentían cómodos en su rol y que no debía ser tan forzado como me parecía a mí.

Ahora sé que si me siento incómodo es cosa mía, que seguramente es mi niño interior el que me hace sentir así ¿Y por qué? Me pregunto. Quizás tenga miedo a que esta relación me delate, exponga a la luz pública mi vena homosexual.

Eso también me pasa cuando estoy en ambientes abiertamente gays, me siento incómodo, desconfío de todo el mundo que me rodea y acabo viendo expresiones malintencionadas en las caras de todos. Es pura sensación porque sé que no hay nada de todo eso. A veces he pensado que era la morbosidad de la situación la que me hacía sentir extraño, y además es una situación que no domino, de la que no tengo el control, no sé cuál debe ser el comportamiento adecuado, y puede que en el fondo sienta atracción o excitación sexual. Obviamente me sigo culpando de ello a mi niño interior, aunque no recuerdo ninguna experiencia desagradable relacionada con nada de todo eso.

Si que recuerdo las advertencias de mis padres en cuanto a los desconocidos y sobre todo a no aceptar nunca nada de un desconocido, en especial caramelos, pero no soy capaz de ver que puede tener que ver esto con mi incomodidad ante los afeminados o en los ambientes abiertamente gays.

Recuerdo, también, que mi madre, que siempre usaba eufemismos para referirse a estas cosas, de un señor afeminado decía que era muy afectado, en cambio de una chica poco femenina le había oído decir que era un marimacho, en un tono totalmente despectivo y alejado de su comportamiento habitual. Ella también tenía algún tipo de aversión por los hombres afectados y las mujeres poco femeninas (marimachos) ¿me la traspasó?

En fin se trata de un hecho puramente emocional, totalmente irracional, que no he sido capaz de superar aunque que en esas circunstancias actúo con el mayor fingimiento para que no se me note y trato de ser tan educado y amable como sé serlo, como me enseñaron a ser. No sé como montármelo, ya que no lo puedo evitar.

¿Si salgo del armario dejaré de tener estas sensaciones?

Un abrazo.

6 comentaris:

Unknown ha dit...

El afeminamiento es meramente un concepto cultural inventado por el ser humano. No existen formas de hablar, vestir o gestos propios de mujer o de hombre. Todos esos roles son inventados por el ser humano, el ser humano ha querido relacionar una determinada forma de hablar o moverse con ser hombre o mujer, cuando no es así. Esto es una cuestión sociológica, no biológica. ¿Esto quiere decir que los afeminados deben cambiar? La respuesta es no, no sería ético cambiar la personalidad de una persona, porque la personalidad es la esencia de la persona, lo que la hace única e irrepetible. Es inhumano burlarse de una persona afeminada o intentar cambiar a esa persona. Muchos se incomodan con los afeminados porque están educados de que el hombre debe ser "masculino" y no debe tener gestos que culturalmente se considera de mujeres. A parte, está las burlas y chistes sobre afeminados. También está lo típico de "si no haces esto bien, eres un marica" o "pareces un marica por la forma en que te mueves" Todo eso crea un patrón que hace que muchas personas se sientan incomodas con las personas afeminadas o que no quieren ser considerados como tales por estar cerca de un afeminado. A mí también me pasaba eso con los afeminados, pero cambié y no tengo problemas con ellos, sean homosexuales o heterosexuales.

Un fuerte abrazo.

Anònim ha dit...

Uffff... qué temita te me has traído amigo Peace!
Justamente esta tarde estaba pensando en publicar alguna reflexión sobre el tema (conexión de pensamientos) a raíz de un incidente que tuvo lugar en el colegio donde trabajo.
Yo nunca tuve problemas con el afeminamiento de algunos chicos que conozco. Incluso uno de mis maridos es MUY afeminado, justamente porque le gusta serlo y algunas veces exagera la nota por pura diversión o ´para escandalizar a alguien.
Como bien dice Andalucia LGBT, el concepto de afeminado o marimacho es una idea puramente cultural, como casi todo lo que atañe al ser humano. No hay ninguna razón objetiva por la cual un varón deba ser machote, recio o incluso desgarbado y sucio, o descuidado en los detalles estéticos, o que tenga que gustar del fútbol o que esté obligado a mear de parado. Esas normas son arbitrarias y suelen cambiar con el paso de los años. Mi padrino solía contarme que, en la década de los '70, muchos le decían "marica" porque usaba el pelo largo. En la época de los Luises, los hombres usaban peluca y calzas ajustadas que hoy serian el escándalo de la sociedad occidental y cristiana.
Yo tuve la suerte de haberme mantenido impermeable a la gran mayoría de los preceptos maternos y hoy creo que gozo de bastante pocas limitaciones a la hora de entrar en contacto con las personas. Y en cuanto a los afeminados en sí (que es el tema que nos ocupa), disfruto de su compañía y en más de una ocasión me divierto con ellos imitándolos. Claro que en mí es falso y se nota porque no es mi naturaleza tener esos modales. Sin embargo, las maricas verdaderas me resultan seres lumisosos, aunque no por ello voy a creer que todos los afeminados son entes angélicos. Más allá de sus modales y apariencias, las almas de las personas son tan diversas como las personas mismas.
Una cosa que no suele tenerse en cuenta cuando surgen estos temas es el hecho de que no todos los afeminados son homosesxuales. Ciertamente que los hay también heteros y los pobres suelen sufrir también con su naturaleza a contrapelo. La pregunta interesante sería: ¿si el afeminado es heterosexual también te incomoda? Porque he conocido a algunos que en ese caso no se sentían incomodados en absoluto.
Y ya que estamos en el baile, no me voy a privar del placer de intentar una teoría que me ronda la cabeza desde hace por lo menos una década: ¿este rechazo por los afeminados no esconde, en cierta medida, un dejo misógino de nuestra cultura? ¿Qué es lo que más molesta: que el hombre sea o parezca gay o que el hombre traicione su supuesta "naturaleza masculina" y actúe como debería hacerlo una mujer? Tengo la sospecha de que la cultura machista castiga al afeminado porque "se rebaja" al nivel de la mujer, quien ha sido desde siempre considerada como un ser inferior. (continúa)

Anònim ha dit...

Claro que no estoy diciendo que vos seas, Peace, un machista misógino u homofóbico. El hecho de que te estés cuestionando la actitud que nos presentas es prueba suficiente de ello. El verdadero machista no se cuestiona y toma este tipo de actitudes como "naturales", tanto el sentido de "normales" como en el de "adecuadas a la moral NATURAL impuesta por la divinidad". Tu cuestionamiento da señales de un conflicto interior que te lleva a rebelarte en gran medida contra lo que te han enseñado. Es una forma de revisión histórica que apunta a poner las cosas en su lugar, limpiar lo que no está claro y echar al basurero lo que no sirva. Tampoco podemos estar seguros de que lo logres ciento por ciento. Pero el mero intento ya es algo que todos deberíamos celebrar.
Hasta hace unas pocas décadas atrás, este tipo de temas ni siquiera salían a la luz. No necesariamente porque las personas no se atrevieran a plantearlos sino más bien porque nadie llegaba a planteárselos siquiera. Hasta hace unos años atrás, ni siquiera se hablaba de discriminación, cualquiera fuera. Hoy en día, poco a poco, nos estamos acostumbrando a poner en tela de juicio la validez de lo que nos han enseñado. Para muchos ya no hay "palabra santa" ni "de esto no se habla".
Qué querés que te diga: yo celebro este tipo de cuestionamientos.

Perdón por la longitud excesiva pero me entusiasmé, jejeje.

Beso enorme.

Arion ha dit...

Sin duda, la influencia de los padres es fundamental. El origen de la incomodidad frente al afeminado nace de las reacciones despectivas de la madre.

Roberto T ha dit...

Jo crec que l'educació catòlica ens crea un sentit de la culpa molt desenvolupat, que, encara que pot ser positiu en la construcció dels nostres principis morals, pot resultar limitador en determinats aspectes. I si a això li sumem una tradició homofòbica de segles i segles, per al cas concret de les relacions amb un home d'aparença efeminada pot crear-nos els obstacles dels que parles. No crec que sigui un tema d'homofòbia, sinó de veure'ns davant d'una situació per a la qual la nostra educació no ens ha preparat. Però, òbviament, crec que és superable. Jo, personalment, encara que jo no tinc "ploma", m'he relacionat tota la vida amb amics i companys que sí exhibeixen evidents gestos amanerats, i és una cosa que m'importa un rave, tant la seva ploma com ho que opini la gent, jo només miro al ànima de les persones, i he tingut entre ells grans amics. D'altra banda, fa anys que vaig establir amistat amb un noi heterosexual i molt masculí, però mental i espiritualment tenim molta connexió, fins al punt que ens assabentem que hi havia gent que arribava a pensar que entre nosaltres hi havia "alguna cosa més", que érem nuvis. Després vaig conèixer a la seva núvia, i també vaig fer amistat amb ella. I una vegada que estàvem els tres junts en públic li vaig dir: "Mira, ara diran que som un trio". En fi, Josep, amb això vull dir que si anem a fiar-nos de l'opinió aliena per regir els nostres actes, ens hauríem de mudar a una illa deserta, perquè seria insofrible tanta pressió. Una forta abraçada.

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Yo creo que la educación católica nos crea un sentido de la culpa muy desarrollado, que, aunque puede ser positivo en la construcción de nuestros principios morales, puede resultar limitador en determinados aspectos. Y si a eso le sumamos una tradición homofóbica de siglos y siglos, para el caso concreto de relacionarnos con un hombre de apariencia afeminada puede crearnos los obstáculos de los que hablas. No creo que sea un tema de homofobia, sino de vernos ante una situación para la que nuestra educación no nos ha preparado. Pero, obviamente, creo que es superable. Yo, personalmente, aunque yo no tengo pluma, me he relacionado toda la vida con amigos y compañeros que sí exhiben evidentes gestos amanerados, y es algo que me importa un comino, tanto su pluma como lo que opine la gente, yo sólo miro al alma de las personas, y he tenido entre ellos grandes amigos. Por otro lado, hace años que entablé amistad con un chico heterosexual y muy masculino, pero mental y espiritualmente tenemos mucha conexión, hasta el punto de que nos enteramos de que había gente que se llegaba a pensar de que entre nosotros había "algo más", que éramos novios. Después conocí a su novia, y también hice amistad con ella. Y una vez que estábamos los tres juntos en público le dije: "Mira, ahora dirán que somos un trío". En fin, Josep, con esto quiero decir que si vamos a fiarnos de la opinión ajena para regir nuestros actos, nos tendríamos que mudar a una isla desierta, porque sería insufrible tanta presión. Un fuerte abrazo.

Josep Peaceforever ha dit...

@Andalucia LGBT: Creo que estoy completamente de acuerdo en lo que dices. Sin duda el tema de los géneros y de los roles son conceptos culturales. En mi post no pretendo para nada hacer cambiar a nadie, en absoluto, solamente comento el peso de mi educación en mis emociones. Lo que intento decir aunque no sé si lo consigo, es que a pesar de ser muy consciente de estos hechos que planteas, mis emociones me condicionan mucho y tengo que hacer esfuerzos para tratarlos como se merecen, con el máximo respeto y consideración.
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@ZekYs Barriera, crec que haig d'aplaudir-te ja que em sembla que has explicat molt millor que jo el que volia dir. La meva educació m'ha condicionat prou davant d'aquest tipus de comportaments (tan si són heteros, com gays, com el que siguin), és un fet emocional, no racional, el que em fa sentir incòmode i em sembla que aquestes emocions costen tant de vèncer com la claustrofòbia. Malgrat que m'ho he plantejat i poc a poc he anat millorant les meves actituds, em sembla que em moriré patint aquestes emocions.

Per cert, m'encanta haver disparat la teva verborrea.
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@Arion: Probablemente la persona que más me influyo fuera mi madre, pero de hecho esas actitudes frente al afeminamiento no eran una exclusiva de ella si no de toda la sociedad que me rodeaba en mi infancia y adolescencia.
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@Roberto T., em sembla que estàs carregat de raó, però, com ja he dit, això meu és un fet emocional, no racional. Un dels meus millors amics de la meva adolescència, una amistat que vaig mantenir molts anys, era prou efeminat tot i ser heterosexual sens cap mena de dubte... Érem molt amics i ens estimàvem molt, però el seu efeminament sempre m'incomodava, no sé si m'he explicat prou bé.

Jo també valoro més la persona pel seu interior que pel seu exterior. Això no els impedeix a les meves emocions a fer-me mirar la gent guapa i incomodar-me davant de determinades actituds.
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Muchas gracias por pasar y muy especialmente por el comentario.

Un abrazo.



--- Traducción de mis comentarios precedentes en catalán ---
@ ZekYs Barriera, creo que debo aplaudirte ya que me parece que has explicado mucho mejor que yo lo que quería decir. Mi educación me ha condicionado bastante ante este tipo de comportamientos (tanto si son heteros, como gays, como el que sean), es un hecho emocional, no racional, lo que me hace sentir incómodo y me parece que estas emociones cuestan tanto de vencer como la claustrofobia. Aunque me lo he planteado y poco a poco he ido mejorando mis actitudes, me parece que me voy a morir sufriendo estas emociones.

Por cierto, me encanta haber disparado tu verborrea.
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@ Roberto T., me parece que estás cargado de razón, pero, como ya he dicho, lo mío es un hecho emocional, no racional. Uno de los mejores amigos de mi adolescencia, una amistad que mantuve muchos años, era bastante afeminado a pesar de ser heterosexual sin duda... Éramos muy amigos y nos queríamos mucho, pero su afeminamiento siempre me incomodaba, no sé si me he explicado bien.

Yo también valoro más la persona por su interior que por su exterior. Esto no les impide a mis emociones a hacerme mirar a la gente guapa y incomodarme ante determinadas actitudes.
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