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dissabte, 9 de març del 2013

Bullying

[Entrada 239]


Bullying


Aquesta paraula anglesa vol dir intimidació o abús. Aquí en aquest país aquesta paraula s'està aplicant a l'assetjament escolar, és a dir, quan un o més alumnes gaudeixen utilitzant el poder de què disposen per tal de perjudicar de forma repetida i consistent un o més companys. Amb perjudicar vull dir anul·lar l'autoestima i la personalitat de l'individu assetjat, és a dir, que el bullying és una pràctica depredadora.

Sol tenir la causa origen que el disparara en una diferència que caracteritza la víctima, que serveix d'excusa per justificar el rebuig dels companys i que facilita una espècie de solidaritat d'un grup de la classe o de l'escola en contra d'aquella víctima.

Vaig conèixer un noi a finals del 2009 amb qui vaig mantenir una curta amistad virtual. El vaig conèixer perquè era amic d'alguns del meus lectors. El noi vivia en Barcelona, tenia 13 anys, és gai, i com ell deia "té ploma". Aquest darrer fet li ha condicionat prou la vida. A casa seva no sabien res de la seva homosexualitat i ell no volia que ho sabessin ja que tenia indicis clars de la homofòbia dels seus progenitors, especialment del seu pare.

No practicava esport, en realitat acceptava que n'hauria de fer, però no volia apuntar-se a cap dels esports que es practiquen a l'escola ni als esplais propers per no sentir-se més marginat.

Patia bullying a l'escola, però no volia recórrer a la psicòloga del centre perquè no li inspirava prou confiança i perquè del poc que havia parlat amb ella només n'havia tret la recomanació que en parles amb sa mare... I com ja he dit no ho volia fer.

Un dia un professor el va enganxar amb un llibre de temàtica gai i el va fer arribar a la tutora escolar. Aquesta en va parlar amb ell i ell li va confessar la seva homosexualitat, llavors la tutora li va dir que el veia confós o poc madur i li va recomanar que ho seguís madurant...

Li vaig dir que tothom té dret a ser com és i a ser feliç sent com és, i em vaig oferir a recolzar-lo fins on em fos possible per aconseguir-ho, això vol dir a lluitar contra el bullying i perquè es pogués desenvolupar com a gai amb la seva ploma. Em va costar animar-lo però finament va estar-hi d'acord i vam posar-nos-hi.

Vaig posar-me en contacte amb una ONG (la triada va ser AMPGIL), en busca d'orientació en la lluita contra el bullying, on em van demanar que fos el noi qui es posés en contacte amb ells. No hi va haver manera de què ho fes i a més li va semblar que amb qualsevol acció que emprengués corria un risc massa elevat de ser enganxat pels seus pares i va voler deixar-ho córrer. Al poc temps vaig perdre'n el contacte i no n'he sabut res més.

Una abraçada.






Bullying


Esta palabra inglesa significa intimidación o abuso. Aquí en este país esta palabra se está aplicando al acoso escolar, es decir, cuando uno o más alumnos disfrutan utilizando el poder de que disponen para perjudicar de forma repetida y consistente uno o más compañeros. Con perjudicar quiero decir anular la autoestima y la personalidad del individuo acosado, es decir, que el bullying que una práctica depredadora.

Suele tener la causa origen que lo dispara en una diferencia que caracteriza a la víctima, que sirve de excusa para justificar el rechazo de los compañeros y que facilita una especie de solidaridad de un grupo de la clase o de la escuela en contra de esa víctima.

Conocí a un chico a finales del 2009 con quien mantuve una corta amistad virtual. Lo conocí porque era amigo de algunos de mis lectores. El chico vivía en Barcelona, tenía 13 años, es gay, y como él decía "tiene pluma". Este último hecho le ha condicionado bastante la vida. Su familia no sabía nada de su homosexualidad y él no quería que lo supieran ya que tenía indicios claros de la homofobia de sus progenitores, especialmente de su padre.

No practicaba deporte, en realidad aceptaba que debería practicarlo, pero no quería apuntarse a ninguno de los deportes que se practican en la escuela ni en los centros de ocio cercanos por no sentirse más marginado.

Sufría bullying en la escuela, pero no quería recurrir a la psicóloga del centro porque no le inspiraba suficiente confianza y porque de lo poco que había hablado con ella solo había sacado la recomendación de que lo hablase con su madre... Y como ya dije no lo quería hacer.

Un día un profesor le pilló con un libro de temática gay y lo hizo llegar a su tutora escolar. Esta habló con él y él le confesó su homosexualidad, entonces la tutora le dijo que lo veía confundido o poco maduro y le recomendó que lo siguiera madurando...

Le dije que todo el mundo tiene que tiene derecho a ser como es y a ser feliz siendo como es, y me ofrecí a apoyarlo hasta donde me fuera posible para conseguirlo, lo que significa luchar contra el bullying y para que se pudiera desarrollar como gay con su pluma. Me costó animarle pero finamente estuvo de acuerdo y nos pusimos a ello.

Me puse en contacto con una ONG (la elegida fue AMPGIL), en busca de orientación en la lucha contra el bullying, donde me pidieron que fuera el chico quien se pusiera en contacto con ellos. No hubo manera de que lo hiciera y además le pareció que con cualquier acción que emprendiera corría un riesgo demasiado elevado de ser pillado por sus padres y quiso dejarlo estar. Al poco tiempo perdimos el contacto y no he sabido nada más de él.

Un abrazo.

5 comentaris:

La Salamandra ha dit...

No se puede ayudar a quien no quiere ser ayudado.
Aunque, en este caso, sea a consecuencia del miedo paralizador, la certeza congeladora de que no sera aceptado por quienes deben -incluso por ley- protegerlo y orientarlo: sus seres cercanos, sus padres.

Y, es que, mas a menudo de lo que uno cree, existen seres conviviendo con su o sus enemigos.
Aunque parezcan lo contrario.

Ya ves; no todo el mundo es psicologo, a pesar del titulo; como no todos los educadores o tutores de curso saben ejercer su oficio con humanidad y rigor y cuidan de sus alumnos, comprendiendolos y respetandolos.

Deseemos que, este pobre muchacho haya sabido encontrar su lugar, a pesar de todo. Porque, la verdad,... son muchos "todo".

Petons!

Namasté.

Anònim ha dit...

Vaya tema... Concuerdo con La Salamandra.

Un amigo, en mi adolescencia, me aconsejó que nunca permitiera a nadie mandar sobre quién soy yo. "Vos sos el que vos querés ser" me dijo y yo intenté siempre hacerle caso. Recuerdo que, en relación al sexo incluso me dijo que, sobre todo con los heterosexuales, fuera siempre yo el que mandara, que siempre dejara en claro que (fuera lo que fuera) lo que yo hacía era porque yo quería hacerlo, je.

Queda claro que cada uno es como es y anda siempre con lo puesto, como diría un compatriota tuyo. Quiero creer que ese chico ha encontrado o encontrará la manera de solucionar el serio problema que padece. En realidad, cada uno a su manera y en mayor o menor medida, enfrentamos día a día el acoso y el desprecio de muchos y muchas que mueren de miedo en el fondo hacia lo que desconocen. En todos los casos, debemos ser nosotros los que les impidamos que nos intimiden.

Pucho ha dit...

A mi me parece que el acoso escolar es uno de los tipos de violencia más despreciable y más cobarde que existe, Es, como tu bien dices, una práctica depredadora, en la que los atacantes, amparados en la fuerza del grupo, eligen como víctima al que consideran más débil.
El caso que relatas me parece especialmente cruel, porque se ataca al otro por razón de su propia naturaleza, y porque se hace además en ese momento especialmente vulnerable que es el principio de la adolescencia. cuando uno normalmente aún está intentando comprender quien es y tratando de encontrar su lugar en el mundo. Cuando más fácil es sentir miedo. Cuando aguantar parece casi siempre la mejor opción, porque aún no se es consciente de que algunas adversidades que no se enfrentan en su momento, acaban por convertirse con el tiempo en venenos de absorción lenta.
Con todo, creo que tu hiciste lo correcto, y no tiene por qué haber sido en vano. Quizás sólo fue cuestión de tiempo, o quizás surgieron más ayudas inesperadas que acabaron por dar el impulso definitivo. De hecho, no me puedo creer que unos padres que tienen un hijo con "una pluma" que no pasa desapercibida para sus compañeros de instituto, no se planteen como mínimo que su hijo pueda ser homosexual. Otra cosa es que miren para otro lado, y lo de mirar para otro lado, tampoco es algo que se pueda mantener eternamente.

Un abrazo

Josep Peaceforever ha dit...

En un error de manipulación borré un comentario de @Parmenio que por suerte pude recatar y lo reproduzco a continuación.


Parmenio ha dit...
A esa edad es dificil tomar decisiones que corresponden a un adulto. Para él dar la cara en ese momento era como perder todo el mundo que le rodeaba. A pesar de tu apoyo es muy dificil que se sobreponga a ese miedo. Espero que le hayan ido bien las cosas y al final se haya atrevido a dar el paso de denunciarlo.

En mi época de estudiante el bullying no se estilaba. Por supuesto que había bromas con el que llevaba gafas, era más gordito... pero eran esporádicas y los profesores lo solían detectar y cortar de raiz muy rápidamente. No sé como hemos podido llegar a esta situación actual en que el bullying está tan extendido y que cuando pasa algo, luego todo el mundo dice que no sabía nada.

Un beso (horrorizado)

13 de març de 2013 14.12

Josep Peaceforever ha dit...

@La Salamandra, em va doldre no poder fer res, que les seves pors poguessin més que la meva oferta, però també vaig comprendre que fos així.
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@ZekYs Barriera, crec que estem molt d’acord, no ens hem de deixar imposar com hem de ser, tot i que en el sexe crec que sempre es tracta d’un intercanvi, unes vegades mana l’un i les altres l’altre... La qüestió és gaudir-ne, fins i tot amb els heterosexuals.

Jo també tinc l’esperança de que aquest noi hagi trobat el seu camí d’autorealització...
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@Pucho: Me contó que su padre le insultaba llamándole “mariquita”, cosa que a él le horrorizaba y aún le hacía temer más la homofòbia de su progenitor.

Me encantaría saber que ese chico de alguna forma haya podido superarlo.
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@Parmenio: Lamentablemente yo fui objeto de bullying en la escuela al final de mi infancia aunque no fue por mi sexualidad, y, cuando lo superé, he visto como otro compañeros eran víctimas de acosos parecidos por razones distintas, pero nunca fueron relativas a creencias, ideología, étnicas ni sexuales. A pesar de ello para mí fue muy doloroso tanto sufrirlo como después verlo sufrir a otros.
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Muchas gracias por pasar y muy especialmente por el comentario.

Un abrazo.


--- Traducción de mis comentarios precedentes en catalán ---
@La Salamandra: Me dolió no poder hacer nada, que sus miedos pudieran más que mi oferta, pero también comprendí que fuera así.
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@ZekYs barriero: Creo que estamos muy de acuerdo, no nos hemos de dejar imponer como debemos ser, aunque en el sexo creo que siempre se trata de un intercambio, unas veces manda uno y las otras el otro... La cuestión es disfrutar, incluso con los heterosexuales.

Yo también tengo la esperanza de que ese chico haya encontrado su camino de autorrealización...
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